Mujeres invisibilizadas por la historia
- Bitácora de recursos, Comunicación
- 11 diciembre, 2018
«Los estudios demuestran que, en países con innovación científico-educativa, las mujeres se interesan más por estas áreas, se sienten más cómodas dado que el campo no está tan masculinizado y se relacionan mejor con un enfoque multidisciplinario».
VER MÁS«Ser mujer científica tiene que ver con los retos, además del machismo y la discriminación de la vida cotidiana. Discriminación que, a veces, no es tan burda como negar el derecho al voto o una plaza en la universidad, pero que una aprende a reconocer si tiene consciencia de género».
VER MÁS«Las tareas plenamente abstractas tradicionalmente han sido un club de varones. Una de las cosas que se valora en el campo es la tremenda agresividad, y las mujeres no han sido estimuladas para desarrollar esa cualidad. Desde lo más mínimo, como levantar la mano en una charla a pesar de estar totalmente equivocada. Parecería que no es propio de una mujer hacerlo, y para los científicos es parte del cotidiano. Pienso que esto ha ido apartando más y más a las mujeres de este medio. Pero la ciencia ha cambiado mucho y hoy es sumamente cooperativa, hay cientos de personas trabajando en conjunto.»
VER MÁS«Es fundamental que se entienda la estructura de los programas universitarios y de posgrado para comprender cuáles son los modelos que incentivan, los puntos de entrada y manutención en los distintos sistemas. Porque cuando se observa la carrera de una científica, hay puntos notables de inflexión: ¿Hace o no hace posgrado? ¿Maestría? ¿Doctorado? Ver cuáles son los escapes en cada país y las alternativas disponibles para las mujeres, es clave. Sin olvidar, claro, que no solo tiene que ver con las estructuras institucionales sino también con el llamado “balance trabajo-familia”, otro punto neurálgico».
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